Cuando estás listo para dar el gran salto al mundo laboral, una de las primeras cosas con las que te vas a encontrar es el contrato de trabajo. Este no es más que un acuerdo entre tú y la empresa que te contrata.
Pero, ¿sabías que existen diferentes tipos de contratos? Cada uno tiene sus propias reglas y es bueno conocerlas para saber qué esperar. ¡No te preocupes! Aquí te explicaremos de manera sencilla y clara cuáles son.
¿Para qué sirve el contrato?
Piénsalo como un acuerdo entre amigos: tú te comprometes a hacer ciertas tareas, y tu amigo (en este caso, la empresa) se compromete a darte algo a cambio, usualmente dinero. Pero, para que todo sea justo y claro para ambos, este acuerdo se pone por escrito.
Eso es básicamente un contrato laboral. Define lo que vas a hacer, cuánto te pagarán, y otros detalles importantes como tus días de descanso y vacaciones. Así, tanto tú como la empresa saben qué esperar y cómo actuar durante el tiempo que trabajen juntos.
Tipos de Contratos Laborales
Vamos a conocer los tres tipos de contratos más comunes:
Contrato Indefinido
Este es el sueño dorado de muchos, pues es un contrato sin fecha de caducidad. Significa que puedes trabajar en la empresa por el tiempo que ambos deseen, siempre que cumplas con tus responsabilidades y la empresa esté contenta con tu trabajo.
No tiene un "hasta aquí llegamos" escrito desde el principio, lo que te da más estabilidad y seguridad a largo plazo.
Contrato a Plazo Fijo
Imagina que te invitan a una fiesta, pero te dicen que solo puedes quedarte hasta las 10 pm. Algo así es el contrato a plazo fijo. Desde el inicio, sabes cuándo comenzará y cuándo terminará tu trabajo, lo cual puede ser desde unos pocos días hasta un máximo de un año, con algunas excepciones que pueden extenderlo a dos años. Es ideal para trabajos de temporada o proyectos específicos.
Contrato a Honorarios
Este contrato es como hacer un trato especial con alguien: tú te comprometes a hacer un trabajo específico o a prestar un servicio por un tiempo determinado, pero con la libertad de organizar tu tiempo y la manera de hacerlo.
No tienes que cumplir un horario fijo ni reportarte a un jefe directamente en la empresa. A cambio, recibes un pago acordado. Es común en profesionales independientes o freelancers.
Esperamos que esta mini guía te haya ayudado a entender un poco mejor los tipos de contrato. Recuerda, conocer tus derechos y responsabilidades es el primer paso para tener una experiencia laboral positiva y fructífera. ¡Suerte en tu camino laboral!